El
reloj hacia tic tac
mientras el perro
ladraba,
y la campana sonaba
tilín tilán, tilín
tilán.
Piafa en la tierra el caballo,
cacarea la gallina,
llama a gritos la vecina
y el buey muge, y canta el gallo.
Yo salí de la ciudad
buscando paz y descanso,
y tan grande algarabía
me llena de sobresalto.
Andrés
Díaz Marrero