Siendo rey Ramiro II "El Monje", los nobles y potentados de su reino no le eran del todo fieles y no tenían gran confianza en su gobierno. El monarca, preocupado ante esta situación, decidió consultar al abad de su antiguo monasterio para ver como resolver el problema. Éste, prácticamente sin palabras, le mostró como cortaba en su huerto las coles que destacaban excesivamente sobre las demás. Así, Ramiro II sacó sus propias conclusiones.
Convocó en 1136 a los nobles a Cortes de Huesca para comunicarles que iba a hacer una fabulosa campana que se oyera en todo el reino.Y ciertamente sonó en todos los sitios, ya que conforme los nobles llegaban a su palacio los fue decapitando uno a uno, para después colgar sus cabezas en un sótano de la residencia real.
Luis